Para evitar imprevistos y lograr nuestros objetivos, debemos establecer una nueva rutina y apegarnos a ella. Sigue estos consejos y ¡Lo lograrás!
Decide lo que debe estar en la rutina
¿Quieres hacer más ejercicio o tener más tiempo para ti? ¡Priorizar antes de empezar es clave!
Establece metas pequeñas
Divide cada meta grande en metas pequeñas. Aunque es emocionante abordar un gran objetivo, es lo que a a veces conduce al fracaso. Si tu objetivo general es comer más saludable, empieza por cambiar una cosa al día, todos los días, para generar confianza. Cuando lo logres, ¡felicítate!

Diseño de un plan
Comienza con una semana a la vez y empieza poco a poco, de esa manera puedes construir sobre logros simples.
Se consecuente con el tiempo
Si quieres realizar una caminata diaria, inténtalo a la misma hora todos los días. Completar tus tareas a primera hora de la mañana antes de perder la motivación te permite disfrutar de los beneficios todo el día.
Estar preparado
Al decidir sobre una nueva rutina, asegúrate de tener todo lo necesario; esto hará que sea más fácil comenzar sin demora. Por ejemplo, si una nueva resolución es limpiar la casa todos los sábados por la mañana, asegúrate de que la aspiradora funcione correctamente.
¡Hazlo divertido!
Entrar en una nueva rutina y nuevas metas no siempre es divertido, pero hay formas de hacerlo divertido. Encuentra un compañero de ejercicios, obtén una buena lista de reproducción para limpiar y prueba nuevas clases de cocina, cualquier cosa que te ayude a disfrutarlo.
Seguimiento del progreso
Crea un calendario visual que puedas tachar cada día que completes las tareas. La mayoría de las personas no quieren «romper la cadena» y ver un día perdido en su calendario.
Recompénsate
Una vez que hayas caído en una rutina de manera constante, recompénsate con algo divertido. Por ejemplo, si tu objetivo era recoger el desorden todas las noches antes de acostarte, recompénsate con pantuflas nuevas que puedas disfrutar mientras limpias la casa.