CHOCOLATE
Por muy tentador que sea el chocolate, es un alimento venenoso para los perros. El chocolate contiene un estimulante llamado teobromina (el chocolate negro tiene mayor contenido de este) que es tóxico para los perros y puede causar insuficiencia renal.
CEBOLLAS, AJOS Y CEBOLLÍN
La familia de las cebollas, ya sea seca, cruda o cocida, es particularmente tóxica para los perros y puede causar irritación gastrointestinal y daño a los glóbulos rojos. Los signos de enfermedad no siempre son inmediatos y pueden ocurrir hasta unos días después.
ALCOHOL
El alcohol tiene un gran impacto en los perros, incluso en pequeñas dosis. La bebida no solo causa intoxicación como lo hace en nosotros, sino que puede provocar enfermedades, diarrea e incluso daños en el sistema nervioso central.
NUECES DE MACADAMIA
Las nueces de macadamia contienen una toxina que puede afectar los músculos y el sistema nervioso de tu perro y provocar debilidad, extremidades hinchadas y jadeo.
MAÍZ EN LA MAZORCA
El maíz directamente de la mazorca podría ser potencialmente fatal si tu perro lo come. Aunque los perros logran digerir el maíz, la mazorca puede causar una obstrucción en su intestino.
UVAS Y PASAS
Las pasas se encuentran en muchos de los alimentos que nos encanta comer como pasteles, galletas y cereales.. Se desconoce el ingrediente activo que causa la toxina, sin embargo, tanto las uvas como las pasas pueden causar daño hepático grave e insuficiencia renal.
AGUACATE
Los aguacates son otro alimento venenoso para los perros. Las plantas de aguacate contienen una sustancia llamada Persin que se encuentra en sus hojas, frutos y semillas y puede causarle vómitos y diarrea.
EDULCORANTE ARTIFICIAL (XILITOL)
Los dulces, chicles y bebidas junto con productos bajos en grasa, dietéticos y sin azúcar (incluidas algunas mantequillas de maní) a menudo se combinan con un edulcorante artificial llamado Xilitol que causa una liberación de insulina en nuestros cuerpos. Si tu perro digiere uno de estos alimentos endulzados, puede sufrir hipoglucemia, que está relacionada con insuficiencia hepática y trastornos de la coagulación de la sangre.
HUESOS COCIDOS
Darle a tu perro un hueso crudo (sin cocer) para masticar es genial, pero evita los huesos cocidos a toda costa. Se pueden astillar fácilmente y, en grandes cantidades, puede causar estreñimiento o, en el peor de los casos, una perforación del intestino que puede ser fatal.
¿QUÉ DEBO HACER SI MI PERRO HA COMIDO ALGUNO?
Si se consumen, incluso pequeñas cantidades de estos artículos pueden ser fatales, así que siempre actúa de inmediato y llevalo al veterinario.
